Hace días la ya ex alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, anunciaba su renuncia al cargo a través de la red social Facebook. Llama la atención el medio utilizado para dar a conocer la noticia, muy alejada de las notas de prensa o comunicados oficiales a los que nos tienen acostumbrados nuestros políticos.
Al margen de las causas que han podido llevar a la política alicantina a elegir este medio en vez de alguno de los cauces habituales sí que denota un cambio de tendencia de nuestros políticos a la hora de comunicarse con los ciudadanos.
La redacción de un mensaje desde un perfil personal en una red social tiene como ventajas el poder controlar el mismo de principio a fin, eligiendo desde el momento en que más nos interesa publicarlo, como la forma en que queremos hacerlo ya sea utilizando sólo texto, fotos o que tenga incluso formato de vídeo. Pero por encima de todo esto tenemos la posibilidad de elegir el estilo y el tono que queremos darle a nuestro mensaje de forma mucho más autónoma y flexible que si se tratara de un comunicado de prensa. En el caso del mensaje de Castedo se trata de un anuncio de renuncia con un marcado carácter personal en el que se ha cuidado desde la elección del día de su publicación (que coincidía con el día del cumpleaños de la ex alcaldesa) o las referencias a sus hijas anteponiendo su papel de mujer y madre al de política.
El hecho de elegir esta forma para comunicar su renuncia al cargo es un claro síntoma de la fuerza que están empezando a adquirir las redes sociales y la función que pueden ejercer como “nuevos” medios de comunicación al convertirse por sí mismas en fuentes informativas. Hasta ahora había sido habitual observar cómo deportistas o cantantes utilizasen sus perfiles en redes sociales para presentarnos a sus hijos o sus nuevas relaciones sentimentales en un claro intento de controlar lo que se habla de ellos alejando rumores e informaciones infundadas.
Pero no conocíamos hasta ahora ejemplos de políticos que recurrieran a las redes sociales para dar a conocer decisiones tan relevantes como su dimisión o renuncia a su cargo público.
Seguramente el caso de Castedo no será el único y pronto veremos cómo nuestros políticos u otras personalidades destacadas utilizan sus perfiles en redes sociales para dar información relevante sobre sí mismos con implicaciones más allá de la esfera privada, dotando a las redes sociales de una nueva función: la de fuentes de información para los medios de comunicación tradicionales.
El aprender a utilizar y gestionar correctamente nuestros perfiles personales en redes sociales empieza a ser ya importante para configurar nuestra marca personal y la imagen pública que los demás tienen de nosotros. Para nuestros representantes políticos se presenta como una nueva asignatura que tendrán que incluir en su formación si quieren aprovechar todo el potencial de estos nuevos canales de comunicación para relacionarse con los ciudadanos.
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