Casi nadie discute ya la importancia de que las administraciones públicas estén en redes sociales. La apertura de perfiles y cuentas de organismos públicos va en aumento abriendo nuevos canales de comunicación con los ciudadanos y aumentado con ello la transparencia y la participación ciudadana.
Sin embargo, si nos fijamos en el uso que de las redes sociales hacen los empleados públicos la cosa cambia. Nos encontramos principalmente con dos situaciones:
– Por un lado el desconocimiento y el poco uso que de las redes sociales hacen los funcionarios públicos, ya no sólo a nivel profesional sino incluso a nivel personal. Muchos achacan esta poca presencia a que la media de edad de los funcionarios en España es elevada, sin embargo, eso mismo no es óbice para que se hayan incorporado a otras innovaciones tecnológicas mucho más complicadas (contratación electrónica por ejemplo).
– Por otro lado, para aquellos que sí las conocen y que saben cómo sacarles provecho para su trabajo, se encuentran con la barrera de que es la propia administración pública la que limita y “capa” el acceso no sólo a las redes sociales, sino incluso también a internet.
¿Cómo vamos a hablar de una administración pública 2.0 y de incorporar nuevas formas de comunicación con los ciudadanos si es la propia administración la que limita el acceso de sus trabajadores a las mismas?
No podemos pretender tener una administración 2.0 sino tenemos funcionarios 2.0.
Muchos son los argumentos que se utilizan para limitar ese acceso: son un elemento de distracción, son sólo un entretenimiento…. Detrás de ello se suele esconder una forma de gestión de las personas más propias de otro siglo porque:
– Considera a los funcionarios poco más que niños de colegio que no tienen ningún tipo de responsabilidad del uso que pueden hacer de internet y por extensión del resto de herramientas que la administración pone a su disposición.
– Parece ser que ahora el único elemento de distracción de un funcionario son las redes sociales e internet, ¿acaso alguien controla los accesos al “solitario”?
– Y ya puestos, da igual que se limite el acceso, si un funcionario quiere consultar su Facebook o su Twitter no necesita tener internet en el ordenador del trabajo porque ya lo lleva en su móvil.
Al final, lo que se deja entrever detrás de estas posturas es un profundo desconocimiento de lo que suponen internet y las redes sociales como canal de información, de formación y de generación de conocimiento compartido. Generalmente a las personas que esgrimen estos argumentos cuando les preguntas si están presentes en alguna red social te dicen que no. Y yo me pregunto, ¿cómo pueden opinar de algo que desconocen?
Hace algún tiempo escribí un post con 8 razones para que los funcionarios públicos estén en LinkedIn, esas mismas razones podrían servir para Twitter o Facebook. Pero no sólo están estas plataformas horizontales o generalistas, también encontramos redes sociales EXCLUSIVAS para funcionarios. Así tenemos INAP Social del Instituto Nacional de Administraciones Públicas, Goblonet de la Federación Española de Municipios y Provincias o Novagob. Esta última es la red social de la administración pública de la que ya forman parte más de 5.000 empleados públicos los cuales utilizan este canal para compartir información, experiencias y para crear redes de contactos entre personas que tienen en común el hecho de trabajar en una administración pública.
Sin duda queda todavía mucho por hacer, y el principio de todo pasa por ofrecer formación a aquellos funcionarios que desconocen cómo pueden utilizar las redes sociales y sacar el máximo provecho de las mismas.
Aunque a lo mejor no sería eso lo primero que habría que hacer, lo primero sería eliminar la censura y dejar libre el acceso a los empleados públicos a internet y a las redes sociales, y confiar en la profesionalidad y responsabilidad de nuestros empleados públicos sobre el uso que puedan hacer de los mismos.
Jaime
Posted at 21:15h, 09 mayoBuena pregunta!
Pero quizás y sólo es una sugerencia, la Administración debería de empezar por incorporar a su cuadro de médicos, enfermeros, profesores y todos aquellos funcionarios que dependen de un organismo público a las correspondientes webs para poder acceder y localizarlos en sus correspondientes servicios públicos. A veces es más fácil contactar con un funcionario a través de su actividad que realiza en el ámbito de lo privado que en lo público…y eso no tiene mucho sentido. Especialmente para los que hemos estado en lo público y sabemos lo necesario que es contactar con otros compañeros o simplemente para ejercer los libres derechos de elección del servicio público X.
Gerardo Bustos
Posted at 07:15h, 10 mayoMuy oportuno el post, Amalia.
Mi respuesta ya la sabes: Un sí rotundo. Claro que tienen que estar los funcionarios en las redes sociales. Lo que parece mentira es que a estas alturas tengamos que seguir haciéndonos esta pregunta, porque hay muchísimos centros oficiales (incluido el ministerio donde trabajo) en los cuales está cortado el acceso a las redes sociales. Tan absurdo como si nos prohibieran tener bolígrafo en el curre porque nos podemos distraer dibujando monigotes.
Restricciones infantiloides de este tipo las hemos visto con herramientas como le teléfono, el correo electrónico o el acceso a internet. Quiero decir que es cuestión de tiempo. Hasta que se den cuenta de que las redes son herramientas imprescindibles. No sólo las redes, sino cualquier herramienta futura que permita interactuar con los ciudadanos y, sobre «escuchar» lo que dicen los ciudadanos. En fin, todo llegará. Mientras tanto, tendremos que seguir con el apostolado, ¿no?
Amalia López Acera
Posted at 07:43h, 10 mayoHola Gerardo, tienes razón, resulta increíble que todavía se limite el acceso y que haya que justificar el uso de redes sociales e incluso de internet pero como bien dices, es cuestión de tiempo. Un saludo
Mentxu
Posted at 09:56h, 10 mayoDebe las personas que trabajan eln el sector público estar en contacto con la realidad? Deben escuchar? Deben informar, comunicar y conversar con la gente allá donde la gente está? Las redes sociales digitales son una herramienta más para escuchar, informar y conversar con la gente. Claro que tienen que estar si estar sirve para aprender, escuchar, informar, comunicar, conversar y conocer mejor las necesidades sobre las que intervenir y/o facilitar espacios de encuentro para que lo público, lo social y lo privado imaginen nuevas maneras de resolver problemas (si las viejas no funcionan).
Las redes sociales digitales son meros instrumentos. Lo importante son las personas que las usan y los usos que hacen de ellas, que como todo en la vida pueden ser constructivos o todo lo contrario.
Sigue habiendo puestos de trabajo en los que no se permite utilizar Internet. Pero esas personas trabajadoras llevan Internet y las redes sociales digitales en sus bolsillos. Anacronías de la burocracia administrativa. Está claro que quienes innovan normalmente se saltan las reglas decimonónicas establecidas. Pero las innovaciones no pueden replicarse por arte de magia en otras organizaciones si no hay actitudes y aptitudes en las personas que hagan posible esos cambios de mentalidad para ser y hacer de otras maneras.
Un temazo. Para algunas organizaciones las RSD serán palancas de cambio e innovación; y para la mayoría que se apunte al carro de la «moda del momento» será una oportunidad más perdida que amplíe la frustración de la gente… Las mejores, las que no hagan nada… Llegará un momento que las organizaciones burocráticas vuelvan a estar de moda (lo vintage siempre regresa).
Pepe
Posted at 10:29h, 10 mayoDebemos estar pero teniendo en cuenta que estaríamos desempeñando nuestro trabajo en las redes sociales, sería necesario tenir un perfil profesional-administrativo muy claramente diferenciado del profesional .
Juan Carlos
Posted at 17:04h, 10 mayoNo hay ninguna duda, cualquier herramienta que permita contactar o interactuar con los ciudadanos (nuestros «clientes») nos será muy útil, y nos socializa. Pero hay un detalle que no se está teniendo en cuenta, que internet cuesta dinero, y que las administraciones tienen los recursos limitados. Que una simple línea de datos le cuesta a la administración un mil por cien más cara que lo que nos cuesta a nosotros en nuestra casa, y que, además, y es lo más importante, que la información que viaja por nuestras redes es confidencial, y por tanto ha de estar perfectamente securizada, y que esta información siempre tendrá preferencia a la hora del uso de las redes de comunicaciones, porque se trata del núcleo de nuestra actividad (nuestro negocio).
En definitiva, estoy totalmente de acuerdo con que los funcionarios deben estar en las redes sociales, pero siempre y cuando se disponga de la infraestructura adecuada y que la seguridad de la información lo permita, al margen de la disponibilidad económica para mantenerla, claro está.
Miguel Barrera
Posted at 22:00h, 27 septiembreNo luedo esgar más de acuerdo con el post. Debemos estar en la fed, como lo esta la sociedad.
Cuanta mas transparencia y libertad tengamos, más fácil será ofrecer soluciones y propuestas de mejora continua. En este sentido, cobran todo su valor los perfiles y blogs personales de los funcionarios, que no estan mediatizados por el canal en el que publican. No sé qué pensareis, pero creo que es muy iimportante, y desde luego tienen mucho valor, los espacios personales que se mantienen al margen de los espacios mas corporativos, donde los autores no necesariamente pueden expresarse con total libertad.
Saludos
Pingback:Redes sociales, blogs y marca personal para los empleados del sector público | aprendo y lo cuento
Posted at 11:48h, 23 octubre[…] general. ¿Deben tener presencia en las mismas como preguntaba Amalia López Acera hace unos meses en su blog y en la red social Novagob? Como ella, creo que es muy necesario. Imprescindible, de hecho: las […]