Este 2016 ha sido un punto de inflexión en cuanto a la presencia en redes sociales de las administraciones públicas. Hemos empezado a ver cómo son cada vez más los organismos públicos que abren perfiles en las diferentes redes sociales.
También hemos asistido a algo que dice mucho de la importancia que las redes sociales van tomando en las administraciones públicas al incluirse estas materias en los planes de formación para empleados públicos.
Sin embargo, son todavía muchos los retos y desafíos que las administraciones públicas tienen por delante para este 2017. Aquí van a algunos de ellos:
- Abrir perfiles en redes sociales si no los tienen. Aquellas administraciones públicas que todavía no tienen presencia en redes sociales tendrá que empezar a plantearse si es necesario o no contar con nuevos canales de comunicación con sus ciudadanos. En el Estudio de IAB Spain 2016 presentado en abril de este año se señalaba que el 81% de los internautas entre 18 y 55 utilizan redes sociales, lo que representa más de 15 millones de españoles. Cada vez son más los ciudadanos que tienen presencia en redes sociales y al igual que empresas e instituciones se han ido incorporado a las mismas las administraciones públicas deben ocupar el espacio que les corresponde. Si cada vez resulta más extraño encontrar un ayuntamiento, diputación u organismo autónomo que no tenga su propia web, lo mismo va a ocurrir con las redes sociales.
- Diseñar estrategias para redes sociales. Para el caso de aquellas administraciones públicas que durante el año 2016 o en los años anteriores abrieron perfiles en redes sociales tienen que empezar ahora a diseñar estrategias para aprovechar toda esa presencia digital. Valorar en qué redes sociales deben estar y en cuáles no (puede ser un buen momento para decir adiós a Google+), qué información queremos ofrecer, cuál son los objetivos que perseguimos… debería ser un reto para este año 2017 y el cual debería materializarse en un plan de comunicación y social media.
- Dotar de recursos económicos a la gestión de redes sociales. Las redes sociales son gratis, si, desde luego, pero la gestión de las mismas y sobre todo, la buena gestión, no lo es. Se necesitan buenos móviles para hacer fotos de calidad, programas de edición para hacer infografías, conexiones a internet para móviles y tablets, es decir, dotar de herramientas para aquellas personas que tienen que generar contenidos. Y es que tiene que quedar claro que escribir un tuit o colgar una foto en Facebook no es gestionar redes sociales.
- Profesionalización de la gestión de redes sociales. Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene el trabajo que se realiza desde redes sociales como canal de información y comunicación con los ciudadanos. Y sobre todo, la importancia que dicho trabajo tiene de cara a la imagen y reputación de la administración pública que se hace. Es hora de que se empiece a designar a personas para que se encarguen de la gestión de las mismas con perfiles adecuados a los mismos. No puede ser que becarios, asesores, o el primero que pase por allí el que tenga en su manos la imagen pública de nuestra administración. Si gastamos miles de euros en folletos o en poner las luces de Navidad en nuestro pueblo o ciudad para que luzca bonito, ¿no deberíamos hacer lo propio con el principal canal de contacto de los ciudadanos con nuestra administración?
- Abrir las redes sociales a todos los empleados públicos. Todavía encontramos muchas administraciones públicas que aunque tengan una buena presencia en redes sociales sin embargo no permiten, e incluso prohíben, el acceso a las mismas a sus trabajadores con el argumento de que «les distraen». Las redes sociales no son algo del departamento de comunicación o del gabinete de prensa, las redes sociales van mucho más allá y son una forma de trabajar en red, de forma colaborativa y compartiendo conocimiento. Ahí tenemos redes sociales de la administración pública como Inap-social o Novagob que están cambiando la forma que tenemos de trabajar y relacionarnos aquellas personas que trabajamos en las administraciones públicas.
- Ofrecer formación en redes sociales a los empleados públicos. No se trata sólo de permitir el acceso a redes sociales, sino de formarles para que puedan hacer un buen uso de las mismas. Tampoco se trata de enseñar sólo a utilizar Facebook o Twitter, se trata de hacer un uso profesional de dichas redes sociales. Algunos institutos y escuelas de administración pública han empezado a incluir en sus planes de formación cursos y talleres para formar sobre el uso de redes sociales a sus empleados públicos. [ctt template=»11″ link=»e2AqG» via=»no» ]No se trata de saber utilizar Facebook o Twitter, sino de aprender a hacer un uso profesional de las redes sociales @AmaliaLopezAcer[/ctt]
- Utilizar las redes sociales cómo herramienta de trabajo en la administración pública. Cada vez encontramos más ejemplos de cómo se forman grupos en LinkedIn o en Facebook dentro de la administración publica para poder trabajar en proyectos conjuntos. Se trata de ir un paso más e incorporar las mismas al desempeño del trabajo lo mismo que hacemos con el correo electrónico. Además, cuanto mayor sea el grado de conocimiento de estas herramientas por parte de los funcionarios más posibilidades tendremos de aprovechar las mismas para que se genere información y contenido de calidad para los ciudadanos.
- Las redes sociales como elemento para hacer efectivos los principios de transparencia, colaboración y participación ciudadana. En los últimos años se han publicado leyes de transparencia, han surgido portales de transparencia y se habla de hacer efectiva la participación ciudadana. Pero si un canal ha contribuido como ninguno a que dicho principio sea realmente efectivo ese han sido las redes sociales. Nunca ha sido tan fácil que los ciudadanos pregunten, sugieran, propongan y pidan explicaciones sobre el trabajo que se realiza en las administraciones públicas como desde que existen las redes sociales.
- Abrir las redes sociales a los ciudadanos. Para poder hacer efectivo lo que hemos visto en el punto anterior, muchas administraciones públicas que tienen perfiles en redes sociales deben convertirlos en verdaderos canales de comunicación. Muchas administraciones públicas las utilizan a modo de tablón de anuncios sin que se permita la participación de los ciudadanos, y en el caso de que se exista, simple y llanamente la ignoran. Si estamos en redes sociales, estamos, lo cual supone estar dispuestos a recibir críticas y comentarios negativos y ser capaces de dar respuesta a los mismos
- Las redes sociales son de los ciudadanos. Ni de la alcaldesa, ni del director general ni de la ministra. Este es sin duda para mí uno de los grandes retos que tienen por delante las administraciones públicas y es que las redes sociales de una administración pública no son para contar que el alcalde ha inaugurado o la directora clausurado. Las redes sociales de una administración pública tienen que tener como objetivo atender las demandas de información de sus ciudadanos, responder a sus preguntas o valorar sus propuestas. Lo demás, es otra cosa.
Desde luego que las administraciones públicas tenemos por delante un año 2017 lleno de retos y desafíos en lo que a las redes sociales se refiere, ¿empezamos?
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